Entrevista a José Ignacio Miguel del Corral,  propietario de la Yeguada Los Nevazos y Vicepresidente de la Junta Rectora de la UEGHÁ

Desde su finca del norte de la provincia de Cáceres, La Dehesa del Bronco, una extensión de encinas y alcornoques en la que los caballos viven en libertad y comparten pastos y espacio con las vacas moruchas, con las que de hecho comenzó con su labor como ganadero en el año 1982. José Ignacio Miguel del Corral responde a nuestro cuestionario en relación con la raza que aquí nos ocupa y que para él es, sin duda, más que una ocupación una pasión, el hispano-árabe, un caballo que una las virtudes y minimiza las limitaciones de sus razas de origen

Defina la raza Hispano- Árabe

Es la conjunción de dos razas originarias que ha dado como resultado un caballo original y diferente, y ha creado una nueva raza, una raza pura, con un libro genealógico propio, y con  características morfológicas y de comportamiento diferentes de las del caballo español, y de las del árabe a efectos de valoración e inscripción en el registro de la raza.

¿Cuáles son las características morfológicas más desecadas del Hispano-árabe?

El caballo árabe es el más bello, armonioso y elegante de todos los equidos, y ha mejorado todas razas puras con las que se ha cruzado. Cuántas veces se ha dicho de él “más que galopar flota en el aire, no se apoya”. Pues bien, al cruzarlo con el caballo español el árabe se convierte en hispano-árabe pero mantiene las virtudes mencionadas, y a éstas  se une una mayor alzada, la fortaleza de hombros y grupa y la potencia del caballo español. Así un cuello fuerte pero ligero y unos aplomos resistentes y bien reunidos facilitan al hispano-árabe un galope armonioso, equilibrado y resistente a la vez que rápido y elegante. 

¿Cuales son las características psicológicas y de comportamiento más destacadas del hispano-árabe?

La nobleza es la virtud que les exijo a todos mis caballos: sin nobleza las demás cualidades sobran. Este es el primer mandamiento de la Yeguada Los Nevazos en el proceso de selección.

Una buena “cabeza” es imprescindible en cualquier disciplina hípica. El Hispano-árabe es un caballo que se entrega cuando el jinete se lo exige, ahora bien siempre que éste se lo sepa exigir. Es un gran caballo (incluso vasallo) cuando quien lo monta es un señor, un caballero: te entrega su resistencia, su  velocidad, su agilidad, su prestancia, y te devuelve con creces el señorío que le entregas al montarlo. 

¿Para qué sirve un hispano-árabe?

Es una caballo completo. Al describir sus características podemos deducir que es un caballo que permite competir en muchas disciplinas hípicas y disfrutar en canidad de modalidades ecuestres.

Yo personalmente lo comencé a criar porque es el caballo que mejor trabaja en el campo con ganado bovino, bravo o morucho, por su resistencia, velocidad, valor y agilidad en las faenas. Todos mis sementales han superado con éxito esta prueba, de hecho, todo caballo que no sirve para las tareas camperas no cría, aunque sea muy “pinturero”.

Además, el hispano-árabe es capaz de alcanzar un alto nivel en disciplinas como en  la Doma Vaquera, el Acoso y Derribo, el Rejoneo, el Concurso Completo, Enganches, Doma Clásica…; Así mismo, la resistencia heredada del PURA Raza Árabe, le capacita para el Raid, y su elegancia al andar también herencia de éste permite al jinete presumir de cualquiera de sus aires y de su duende por muy larga que sea la romería.

¿Cuáles son los porcentajes de cruce idóneos?

En mi opinión el porcentaje de sangre árabe no debe exceder el 75% ni ser inferior al 25%. Si te excedes obtener un árabe con ‘goterones’ de español y si no llegas el resultado es un español con algunos rasgos de árabe. En el Hispano-árabe  el 50% es el equilibrio perfecto; en la Yeguada Los Nevazos sin duda este porcentaje es la referencia, aunque no se trata de una cuestión matemática, en ocasiones hay que hacer prevalecer una de las razas matrices para corregir cierto rasgo de la morfología que las yeguas transmiten a sus potros para lograr el caballo ideal que cada ganadero tiene en su cabeza, así a veces hay que desviarse del porcentaje de referencia, y es que en cuestiones de ganadería con frecuencia dos más dos no son cuatro.

¿En qué se diferencia la raza hispano-árabe de otras razas?

Repetimos que el principal raso diferenciador de un caballo hispano-árabe es que se trata de un caballo completo, con el que se pueden practicar con éxito multitud de disciplinas. Y la clave de esta versatilidad radica en la conjunción en este caballo de los rasgos de las razas de sangre caliente más antiguas del mundo, y de las que han nacido muchas otras, el caballo Lipizzano, el Cuarto de Milla, el Mustang, el Criollo…Pero en el caso del hispano-árabe el hecho sin duda diferenciador es su carácter genuinamente español. Los oficiales de caballería de la Yeguada Militar además de criar caballos españoles importaron del desierto a finales del siglo XIX caballos árabes y crearon una “subraza” del árabe el “pure spanish”, que se ha extendido a yeguadas de todo el mundo y que ha resultado ganadora en multitud de concursos internacionales. Únicamente en España tenemos la mejor simiente de las dos razas básicas, lo que nos está permitiendo crear un caballo diferente, el hispano-árabe, y parece que lo estamos logrando.

En la actualidad, ¿El hispano-árabe es un caballo demandado?

Excepto en la baja Andalucía, es un caballo poco conocido y menos aún como caballo de pura raza, es decir, con papeles, inscrito en un libro de registro oficial. Pero qué duda cabe que cuando los medios de comunicación comiencen a darlo a conocer y a divulgarlo, y demos un paso más allá del boca a boca, su demanda crecerá sustancialmente.

¿Existe alguna asociación?

 Si, la Unión Española de Ganaderos de Caballos de Raza Hispano-árabe (UEGHá) que gestiona el libro de registro y proporciona atención y servicios a ganaderos y propietarios, así como a aficionado y simpatizantes. Su modo de organización y las actividades que desarrolla pueden conocerse a través de su web www.caballohispanoarabe.com .

Alguna sugerencia

En primer lugar agradecerle a la revista Trofeo Caballo la atención prestada a la raza de caballo hispano-árabe, un caballo de pura raza, de origen español, completo y versátil, que permite la práctica con éxito de muchos deportes y disciplinas; ideal para disfrutar los ratos de ocio paseando o galopando; un caballo resistente, noble, elegante y generoso. Estoy convencido que es un caballo que no defrauda a quien lo conoce, al que se le admira y se le quiere.