La Dehesa Extremeña

La Dehesa extremeña es un ecosistema singular en Europa en el que se trasforma por obra del hombre el bosque mediterráneo en un pastizal poblado de encinas, alcornoques robles o quejigo.

Su destino es preferentemente ganadero, aunque en alguna parte de la Dehesa se aproveche para sembrar cereales y limpiarla del monte bajo que la puede invadir. En su espacio se alimentan el ganado vacuno y ovino, de razas rústicas y resistentes a los fríos del invierno y calores y pastos agostados del verano. Bajo sus encinas han crecido desde hace centenares de años las razas vacunas puras morucha, avileña y retinta, y la raza merina entre las ovejas.

La Dehesa forma un conjunto de elementos naturales que integran el arbolado, el pasto y el ganado que los aprovecha, que produce algún producto único, como el jamón de cerdo ibérico, que se alimenta durante cuatros meses de la bellota que cae como fruto maduro de las encinas y los alcornoques.

Además, la Dehesa extremeña también está habitada por caballos, que ayudan a manejar y conducir el ganado vacuno, perros pastores mastines que custodian y guardan las piaras de ovejas, gallinas y pavos que producen huevos para las personas que habitan y cultivan la Dehesa, que presenta todo su esplendor y atractivo en el periodo de la primavera, desde marzo a junio, cuando se puebla de flores y  los pájaros vuelven a su espacio a anidar y cuidar de sus crías. Visiten la Dehesa extremeña en primavera y disfrutarán de un espectáculo de luz, colores, animales y sonidos único en Europa.

En la Dehesa los Nevazos, también está integrada la vaca morucha. En España desde hace centenares de años existen tres troncos de razas vacunas autóctonas: la variedad “rubia” del norte de España, la raza “retinta” del sur, y la “negra ibérica” del centro, que a su vez la componen varias subrazas como la vaca serrana, la avileña, la barqueña y la vaca morucha.